Rodrigo Martínez Paz

Nuestro egresado de la carrera de Traducción e Interpretación trabaja actualmente en la multinacional china Huawei.

Oct 28, 2022

Rodrigo Martínez Paz estudió la carrera de Traducción e Interpretación en la Facultad de Humanidades y Lenguas Modernas y domina el inglés, el francés y el chino mandarín. Fue este último idioma el que lo llevó a ingresar a Huawei, la gigante empresa tecnológica multinacional China que actualmente se ubica entre las diez más valiosas en el mundo, según el informe Brand Finance Global 500 de este año.

Camino al éxito
Pero, ¿por qué estudiar chino? “Quería aprender un idioma diferente, que no se pareciera tanto al español. No tengo parientes chinos ni nadie cercano a mí que hablara chino, fue simplemente por curiosidad, porque me llamaba la atención los caracteres que usaban”, comenta. 

Nuestro egresado reconoce que el chino no es un idioma fácil de estudiar, que necesita una dedicación especial, con una constante lectura de los apuntes de clase y práctica continua de la pronunciación. “Pero me gustan los idiomas, y se me hizo fácil. No lo tomaba como un esfuerzo, sino como un hobby. Al inicio es complicado, porque el chino tiene una estructura totalmente diferente al español, pero mientras más caracteres sepas, los que vienen se hacen más fáciles, porque se van combinando entre sí”, detalla.

En el 2016, Rodrigo obtuvo una beca del Instituto Confucio para viajar a China y llevar el curso de Lengua y literatura china en la Harbin Normal University. Al volver al Perú había mejorado mucho su dominio del idioma y empezó a trabajar como traductor e intérprete de chino mandarín. Terminó la carrera en el 2020 e ingresó a Huawei del Perú ese mismo año como asistente administrativo, porque la empresa necesitaba a alguien que supiera español y chino y que pudiera desenvolverse con facilidad entre los ejecutivos del país asiático. Es decir, el dominio del idioma se convirtió en su puerta de acceso a la transnacional. Luego de un año y medio, más consolidado en la empresa, fue trasladado al departamento comercial, con el cargo de Sale Account Assistant. 

“Es verdad que mi actual cargo ya no tiene que ver con la traducción, pero igual me sirve mucho para reportar a los jefes, porque todos son chinos, y para la comunicación del día a día. De los 200 empleados formales peruanos que trabajamos allí y los más de 500 tercerizados seremos unos cinco los que hablamos chino, y de los chinos algunos saben español, pero muy poco. La gran mayoría se comunica en inglés”, afirma. Hoy planea llevar una maestría relacionada con los negocios, para complementar la labor que cumple en su nuevo puesto.

Beneficios y retos
Rodrigo Martínez Paz resalta que estudiar chino le ha abierto puertas en diferentes industrias, en las que jamás hubiera pensado estar. Por ejemplo, trabajó como intérprete en la empresa minera Shougang Hierro Perú. “Estaba al costado de los camiones gigantes, interpretando temas de construcción, de maquinaria, de electromecánica. Con esta carrera puedes llegar a cualquier lugar, solo debes aprender un poco de cómo funciona el sector, los procesos y la terminología”, afirma. 

Justamente, en su trayectoria profesional, nuestro egresado ha prestado sus servicios de traducción e intérprete a empresas petroleras, de arquitectura, de desarrollo de inteligencia artificial, del sector minero, de consultoría, de interpretación telefónica y hasta de videojuegos, como localizador.

“La localización se enfoca no solo en traducir el idioma, sino en adaptarlo a un formato que sea natural para el público objetivo. Un ejemplo de una localización bien hecha es Los Simpson, que es originalmente en inglés, pero se traduce al español para Latinoamérica y se cambian muchas frases por expresiones que nos suenan más cotidianas y graciosas. Esto hace que el público se sienta cómodo con lo que está oyendo y viendo”, explica. 

Con respecto a sus estudios en la Universidad Ricardo Palma, resalta que fue una época muy bonita en su vida, que tuvo docentes de gran calidad y llevó cursos muy interesantes de cultura e idiomas. “Los profesores de chino son nativos. Enseñan a su ritmo y con su estilo, que puede ser diferente al nuestro, pero aprendes mucho. Además, aprovechaba todos los talleres que había, por ejemplo, de expresión oral o de reforzamiento”, menciona. 

Cuenta que a mitad de carrera tuvo la oportunidad de trabajar a tiempo parcial en la Oficina de Imagen Institucional en el área de Prensa de la Universidad. “Me gusta aprender diferentes cosas y quería saber qué tal era ese mundo. Y me gustó. Es un ambiente bastante dinámico, donde tienes que coordinar con diversas personas, estar presente en los eventos y redactar notas sobre los mismos. También tuve tiempo para practicar en mi carrera antes de terminar. Todo ha sido una bonita experiencia. La clave es que puedas desarrollar tu pasión”, puntualiza.

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