Aniversario del CECOS BRIGURP

Este mes de agosto se cumplió 21 años del nacimiento del voluntariado de la Universidad Ricardo Palma que dio origen al CECOS BRIGURP.

Aug 26, 2022

Han pasado 21 años desde la creación del voluntariado universitario. Todo se inició en julio del año  2001, cuando un sismo de 8,2 grados afectó todo el sur del país, principalmente Arequipa, Moquegua y Tacna. El terremoto generó 134 réplicas, además de tremendos daños materiales y personales. El Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) calculó un total de 2.689 heridos y 21.749 damnificados. Ante esta situación, alumnos y maestros de pregrado se organizaron para apoyar en el proceso de reconstrucción. Esta experiencia dio origen a la Brigada Multidisciplinaria de la Universidad Ricardo Palma (BRIGURP). 

“Siempre se piensa que ayudar es solo llevar comida y otras cosas, pero los chicos optaron por enfocarse en la reedificación de la ciudad. Pidieron a los profesores que los trabajos suyos fueran ubicados en Moquegua. Eran alumnos de distintas carreras que buscaban mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Fue una experiencia muy linda y enriquecedora”, destaca la Arq. María Teresa del Carmen Méndez Landa, directora de CECOS BRIGURP. 

✓ INNOVACIÓN
Este grupo inicial desarrolló un proyecto piloto de viviendas saludables para la localidad de Estuquiña, Moquegua, que mereció el primer puesto en el II Concurso de Viviendas Saludables, convocatoria 2002, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). “Trabajamos más de un año allá, de manera integral. No se trataba solo del diseño de una vivienda, también organizamos capacitaciones en temas relacionados a la construcción, a la salud, talleres de empoderamiento y charlas de prevención de desastres con la Cruz Roja”, detalla la arquitecta. 

Es decir, se trató de una labor multidisciplinaria que incluyó a estudiantes de Ingeniería, Arquitectura, Psicología y Medicina. “El trabajo del voluntariado universitario es muy diferente al voluntariado asistencialista. Va mucho más allá de la ayuda que uno puede dar momentáneamente”, afirma.

Se trata de una colaboración recíproca, en la que se ayuda a la población, pero a su vez los alumnos tienen la posibilidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en su formación académica, siempre bajo el asesoramiento docente respectivo. Además, aprenden a ser mejores seres humanos, a comprometerse con la sociedad y con la realidad del país.

Luego de este inicio, otras actividades se dieron en el camino de la Brigada, como la participación de los alumnos en el centro de operaciones de emergencia del distrito de Surco; el diseño del acondicionamiento y equipamiento de sus unidades de primeros auxilios; y la colaboración en la promoción de la salud y prevención de desastres frente al fenómeno de El Niño 2002 – 2003.

✓ NUEVO ENFOQUE
El 2007, seis años después de la creación de la Brigada, se volvió a producir otro terremoto, esta vez en Ica. “Esta vez trabajamos en Chincha, pero ahora con más experiencia. Ayudamos en Chincha Baja, Leoncio Prado y otros poblados pequeños, donde las construcciones rurales son de adobe”, comenta la directora de CECOS BRIGURP.

Es aquí cuando caen en la cuenta de que, si bien llegaba ayuda de la cooperación extranjera, esta se enfocaba en reconstruir las viviendas en el mismo sitio y con el mismo sistema de construcción, en lugar de proponer mejoras. “Si en una zona hay un desastre, es que hay problemas, y si no se realizan los estudios respectivos o se traslada a los pobladores a otros lugares, pueden pasar cinco o 10 años, pero el desastre volverá a suceder. En ese momento cambiamos el concepto de brigadas multidisciplinarias por el de Centro de Estudios para Comunidades Saludables (CECOS) y comenzamos a trabajar en investigación”, dice la arquitecta.

Dichas investigaciones llevaron a un planteamiento final en el tema de reconstrucción de viviendas de adobe: el reforzamiento de las paredes con mallas de fibra vegetal, en este caso, de junco. En el laboratorio se comprobó su resistencia y su capacidad para prevenir que los habitantes de una vivienda de adobe sufran daños ante la caída de una pared. 

“Lo que hemos hecho con esta malla es buscar un material natural, de fácil acceso a las poblaciones, que pueda soportar los movimientos sísmicos de tal manera que los desprendimientos no causen daño. Además, el junco es fácil de socializar porque la gente lo conoce bien, pues las canastas que usan son de este material”, subraya la Arq. María Teresa Mendez. 

Otro trabajo a resaltar es la construcción de un laboratorio de simulación sísmica, proyecto que resultó ganador en el Concurso de Investigación Aplicada 2015 FINCYT-INNOVATE. “Este laboratorio ha sido desarrollado por dos estudiantes, uno de Electrónica y otro de Ingeniería Civil, que se complementaron para elaborar su tesis. Es el primer laboratorio de simulación sísmica construido en el Perú, y por estudiantes de pregrado”, detalla la arquitecta.

Uno de los últimos proyectos llevados a cabo por el CECOS BRIGURP es el prototipo de escudo facial con respirador que evita el contagio del Covid-19, cuyo diseño se dividió en dos especialidades: el electrónico y el ergonómico. Lamentablemente, la pandemia generó diversos problemas que evitaron su conclusión. La máscara facial tiene incorporados ventiladores y funciona como una protección total contra todos los virus, pero ha quedado solo como investigación hasta el momento.

“En el Perú se necesita mucha innovación. Si todos hiciéramos trabajos de voluntariado universitario según las especialidades, ayudaríamos muchísimo al desarrollo del país. Es fundamental generar ese espíritu innovador en los alumnos y profesionales. Que no vean todo en términos de ganar dinero, sino que se pregunten qué más pueden hacer por la sociedad”, puntualiza la directora de CECOS BRIGURP.

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